lunes, 27 de septiembre de 2010

JMJ 2011 MADRID

¿Qué es la JMJ?
La Jornada Mundial de la Juventud es un acontecimiento eclesial, en el que se expresa de un modo extraordinario la fe en Jesucristo.

Es un encuentro festivo: los jóvenes muestran el dinamismo de la Iglesia y dan testimonio de la actualidad del mensaje cristiano.
Es signo de la comunión eclesial: jóvenes de todo el mundo, asociaciones, comunidades, grupos y movimientos diversos se reúnen en torno al Papa y los Obispos, unidos por el mismo amor a Cristo y a la Iglesia y por su misión en el mundo. En la Jornada Mundial de la Juventud la comunión eclesial se expresa y se fortalece.
Es, por tanto, anuncio claro, directo, entusiasta, de la fe de la Iglesia en Jesucristo.


Objetivos pastorales de la JMJ
Los objetivos de la Jornada Mundial de la Juventud son claros:

- favorecer el encuentro personal con Cristo, que cambia la vida;
- vivir la experiencia de ser Iglesia católica, como misterio y comunión;
- tomar conciencia más clara de la vocación de todo bautizado, llamado a convertirse en misionero;
- redescubrimiento de los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía, que fortalecen la vida cristiana.Se trata, pues, de fomentar la adhesión a Jesucristo vivida en la Iglesia con tal entusiasmo que se desborda en fiesta y en impulso misionero.

¿Se trata de una gran fiesta juvenil?
Depende de lo que se entienda por “gran fiesta juvenil”. Aunque algunas manifestaciones externas de las JMJ puedan similares a las de otras concentraciones juveniles, el motivo que lleva a miles de jóvenes a participar en las JMJ no es meramente lúdico. Es cierto que los jóvenes viven numerosas experiencias gozosas durante esos días, pero ese gozo nace de su encuentro personal con Cristo, que es lo que buscan y encuentran en estas Jornadas Mundiales de la Juventud; de su experiencia de la fe y de la caridad cristiana. No se trata, por tanto, una magna autocelebración de la Iglesia, ni de una reunión de los jóvenes católicos para autoexaltarse. Esto no tendría sentido, ya que la misión de la Iglesia mira siempre a Cristo y a los otros, particularmente hacia los más necesitados. Sin embargo la experiencia confirma que las JMJ acaban siendo profundamente gozosas para los que participan, y se quedan en las biografías de millones de jóvenes de nuestro tiempo como días inolvidables. Sólo en este sentido puede decirse que las JMJ son una fiesta, ya que sucede en ellas lo que comentó Benedicto XVI aludiendo a las jornadas de Sydney: "Las jornadas se transformaron en una fiesta para todos; más aún, sólo entonces se cayó verdaderamente en la cuenta de lo que es en realidad una fiesta: un acontecimiento en el que todos, por decirlo así, salen de sí mismos, van más allá de sí mismos y precisamente así están consigo y con los demás" (Benedicto XVI, discurso a la Curia, 22 diciembre 2008). "Una gran fiesta de fe que reunió a más de doscientos mil jóvenes de todas las partes del mundo y no sólo los acercó exteriormente, en sentido geográfico, sino también interiormente, gracias a que compartieron la alegría de ser cristianos" (Benedicto XVI, Discurso a la Curia, 22 diciembre 2008).



Para más información consultar:
http://www.madrid11.com/JMJ2011ESP/REVISTA/cabecerasypies/PortadaHome.asp?vmenu=HOME

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